Al final del siglo XVI los jesuitas Mattero Ricci y Michele Ruggeri consiguieron penetrar en China. Los jesuitas llevaban con sigo además de la fé cristiana también los conocimientos científicos de la Europa renacientista. Éstos resultaron ser útiles para ganar la confianza y lograr el interés de los sabios y de las clases sociales más altas. La geografía y la cartografía también eran parte de los conocimientos de los jesuitas. Sin embargo desde Ricci hasta la mitad del siglo XIX la cartográfía occidental tuvo escasa influencia en el continente chino. Fue la dinastía Qing (1644-1911) la que se aprovechó más de los conocimientos geográfico y cartográfico de los jesuitas. En particular el Emperador Kangxi (r. 1662-1722) demostró gran interés por la ciencia y la técnica occidentales. Fue por voluntad de este Emperador que en el 1708 se empezó la inmensa obra (1708-1717) de trazar el mapa de todo su Imperio. Diez años atrás, en 1698, el Emperador Kangxi envió dos jesuitas, Antoine Thomas y Jean-François Gerbillon, para trazar el mapa de Tartaria desde hace poco añadida a su vasto Imperio. Thomas y Gerbillon viajaron durante cinco meses, tomando mediciones científicas y observaciones geográficas. En el diciembre del mismo año el mapa de Tartaria fue presentado al Emperador con éxito. Testimonio de este viaje son los relatos, muy diferentes en su forma y contenidos, de los dos jesuitas que han llegado hasta nosotros.
Dibujando el mapa de Tartaria: dos jesuitas al servicio del emperador Kangxi / Antonucci, Davor. - STAMPA. - (2013), pp. 217-230. (Intervento presentato al convegno Transmission of scientific knowledge between Asia and the Mediterranean tenutosi a Barcelona nel 27 - 28 Novembre 2007).
Dibujando el mapa de Tartaria: dos jesuitas al servicio del emperador Kangxi
ANTONUCCI, DAVOR
2013
Abstract
Al final del siglo XVI los jesuitas Mattero Ricci y Michele Ruggeri consiguieron penetrar en China. Los jesuitas llevaban con sigo además de la fé cristiana también los conocimientos científicos de la Europa renacientista. Éstos resultaron ser útiles para ganar la confianza y lograr el interés de los sabios y de las clases sociales más altas. La geografía y la cartografía también eran parte de los conocimientos de los jesuitas. Sin embargo desde Ricci hasta la mitad del siglo XIX la cartográfía occidental tuvo escasa influencia en el continente chino. Fue la dinastía Qing (1644-1911) la que se aprovechó más de los conocimientos geográfico y cartográfico de los jesuitas. En particular el Emperador Kangxi (r. 1662-1722) demostró gran interés por la ciencia y la técnica occidentales. Fue por voluntad de este Emperador que en el 1708 se empezó la inmensa obra (1708-1717) de trazar el mapa de todo su Imperio. Diez años atrás, en 1698, el Emperador Kangxi envió dos jesuitas, Antoine Thomas y Jean-François Gerbillon, para trazar el mapa de Tartaria desde hace poco añadida a su vasto Imperio. Thomas y Gerbillon viajaron durante cinco meses, tomando mediciones científicas y observaciones geográficas. En el diciembre del mismo año el mapa de Tartaria fue presentado al Emperador con éxito. Testimonio de este viaje son los relatos, muy diferentes en su forma y contenidos, de los dos jesuitas que han llegado hasta nosotros.I documenti in IRIS sono protetti da copyright e tutti i diritti sono riservati, salvo diversa indicazione.